Matemáticas, Agricultura y Comunidad: Un Proyecto Integral en Bogotá

El Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis, en alianza con el Colegio Instituto Inscap y la comunidad del conjunto residencial Monte Claro, ha puesto en marcha un ambicioso programa de agricultura urbana y periurbana agroecológica. Este proyecto, que busca fomentar la producción de alimentos saludables y sostenibles en la ciudad, se destaca por su enfoque innovador, que combina los conocimientos tradicionales de la agricultura con las herramientas de las matemáticas.

En el corazón de esta iniciativa se encuentra el Curso Básico de Agricultura Urbana y Periurbana Agroecológica. Esta capacitación, dirigida a la comunidad en general, tiene como objetivo principal compartir saberes y experiencias en torno a la producción de alimentos de manera ecológica y respetuosa con el medio ambiente. Lo que hace único a este curso es su enfoque matemático, liderado por el licenciado José Prada y un grupo de practicantes de la Licenciatura en Matemáticas de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

Participantes realizaron cremas de Calendula.

La Integralidad de la Agroecología y la Educación

La integración de las matemáticas, bajo la dirección de José Prada y con la valiosa participación de estudiantes de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, ha resultado ser crucial para el éxito de este programa. La matemática no solo es fundamental para diseñar huertos urbanos eficientes, sino también para realizar cálculos precisos de dosis de fertilizantes orgánicos y para planificar ciclos de cultivo que optimicen la producción y el uso de los recursos naturales.

Campo para imagen: Puedes insertar aquí una imagen que ilustre la aplicación de las matemáticas en la agricultura, como gráficos, mediciones, o estudiantes calculando.

Los beneficios de este proyecto trascienden lo meramente productivo:

• Alimentos saludables y sostenibles: Los participantes aprenden a cultivar sus propios alimentos, asegurando su frescura y calidad nutricional, y reduciendo su huella ecológica.
• Fortalecimiento de la comunidad: El trabajo colaborativo en los huertos fomenta el intercambio de conocimientos, el sentido de pertenencia y la construcción de redes sociales más fuertes.
• Conservación del medio ambiente: Las prácticas agroecológicas promueven la biodiversidad, protegen los recursos naturales y contribuyen a mitigar el cambio climático.
• Educación y divulgación: El proyecto se convierte en un espacio de aprendizaje para todas las edades, promoviendo la educación ambiental y la investigación.

Este proyecto trasciende la mera producción de alimentos; busca garantizar el acceso a productos saludables y nutritivos para la comunidad, fortalecer los lazos comunitarios a través del trabajo colaborativo y promover la conservación del medio ambiente. Es un modelo que demuestra cómo la educación, la ciencia y la acción comunitaria pueden converger para construir un futuro más sostenible y equitativo.

Campo para imagen: Aquí podrías añadir una foto de la comunidad de Monte Claro participando activamente en el huerto, o de los productos cosechados.

En definitiva, este proyecto es un testimonio del poder de la colaboración y la educación para abordar desafíos complejos, fomentando un modelo de desarrollo que es tanto productivo como respetuoso con el entorno y las personas.